16 de octubre de 2009

DESVARÍO PERDIDO

¿Cuantas noches nos hemos perdido?

¿Lo ves? A caso ¿lo ves? ¿Me ves?

No hago otra cosa más que llamarte, y tú no haces otra cosa más que marcharte.

Caminamos tan alejados, tan distanciados uno del otro, tu de mí, yo de todo, pero pesa más estarlo de ti.

¿Cuántas noches nos hemos perdido?

No hacemos otra cosa más que andar en círculos, en direcciones contrarias, en contra esquinas, en ciudades llenas de fronteras, en memorias que jamás fueron nuestras, en olvido forzados por ausencias.

¿Lo ves? ¿Ves que difícil es todo? Incluso lo que podría resultar tan fácil.

¿Qué encuentras en otras miradas? ¿Qué provocas en quien te mira dormir cada noche? ¿será lo mismo que provocas en mi que cada noche te imagino haciendo uso de mi locura para evocarte, para mirarte sin que me mires, para besarte sin que tus labios sean tibios y resulta ser tan solo el frio de tu ausencia lo que me saca de estas alucinaciones sobre ti.

Mi falta de cordura ya es notoria, notoria hasta para mi, que no hago más que desear estar sobrio en tu mirada, ebrio de insomnio al estar frente a tu piel, alterado por tus voz, muerto por tus miradas, naufragado entre tu aroma, ¿a qué hueles?, ¿a que sabes?, ¿Cómo se sienten tus miradas?

¿Cuántas noches hemos muerto? Quizás yo más que tu, pues tu estas contigo y yo sin mí, navegando cada noche a tu lado sin que estés.

¿Cuántas noches te he nombrado? Sabiendo que no vendrás, sabiendo que cuando escuchas el viento, no es mi voz la que escuchas, no son mis latidos los que te convencen de salir flotando de tu cama para entrar en los brazos de alguien, no soy, lo sé, no soy yo.

He perdido, y lo acepto, me derroto tu soledad que no pude exilar, me derroto tu distancia que no supe acortar, me derroto tu silencio, sobre todo el que nacía cuando los labios de otro mataban el sonido de tu voz, he perdido, ante ti, y ante mí, ante lo inevitable que era perder por amor.

Aun así siento que gane, pues entre todas estas ruinas que quedaron de mí, y sobre ti, puedo ver que fui capaz de amarte, hasta perder, hasta perderme.

¿Lo ves? ¿Ves que fácil fue amarte? ¿Puedes verlo? ¿Dime si aun crees que perdimos las noches? ¿Dime si aun crees que se perdió algo? Y déjame decirte que esta derrota valió la pena por ser tan solo la más grande de mis victorias.

0 comentarios:

Publicar un comentario

COPY WHAT?

Creative Commons License Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.