UN BESO

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Una vez te dije que un beso siempre era más que un simple beso, un beso puede ser muchas cosas y despertar muchas más…

Un beso puede ser una promesa, o la espera extinguiéndose entre distancias muy cortas, o muy largas cuando estas perdiéndote en los labios de alguien mientras desearías encontrarte en los labios de otro…

Un beso puede despertar a la princesa del cuento, o simplemente quitarle la venda de los ojos a un tipo para que termine descubriendo que no es un príncipe sino un simple sapo…

Un beso puede crear paraísos lejanos, elevarte hasta nubes de arena donde puedas edificar los cimientos de todos tus sueños, llevarte lejos donde nada duela, extinguir lo que duele, calmar los océanos que algunas veces inevitablemente escurren por las mejillas, derrumbar cárceles de timidez, de miedos…

Un beso puede esconder también muchas cosas, algunas tan grandes como los deseos febriles, como las caricias que agazapadas se esconden entre los labios para llegado el momento cumplir con la misión de desbordarse y combatir el frio, el del corazón es mejor, aunque el que hay sobre la piel es el primero en rendirse…

Un beso puede esconder todas las mentiras y todas las verdades, que curiosamente las verdades que se esconden detrás de los besos de mentiras suelen doler más que las mentiras que esconden los besos de verdad, mentiras y verdades como, eres tú, te extrañe, llegaste, no me importa él porque es en ti en quien pensaba, no te vayas, regresa pronto, me haces tanta falta, o simplemente, me gusta como besas, mentiras y verdades, mentiras y verdades, al final un beso puede resultar la más amarga de las mentiras, y la más cruel de las verdades…

Un beso siempre es más que un beso, no se le puede tomar tan a la ligera, no se puede andar creyendo que es nada, porque un beso puede serlo todo, puede ser la manera de reconocernos, de encontrarnos, de saber que llego quien esperábamos, de sentirnos seguros, de sentirnos fuertes, de creernos mejores, de sabernos no malos, puede ser el comienzo del fin de nuestras soledades, la usencia de esperas, la bienvenida mas tibia al mañana, la forma más completa de entregar el amor, de hacer el amor, de entregar pasión y ternura al mismo tiempo, de ser fuego y agua, de ser mar en calma cubierto de espuma por el oleaje, de ser uno en lugar de ser dos…

Pero también es cierto que un beso es la mejor manera de terminarlo todo, de despedirse sin rencores, o con todo el odio del mundo, de aceptar la incompetencia mía de no poder apagarte esas ganas de mas, saber que en un beso fui nada porque no era a mí a quien besabas, un intento mal logrado, supe en un beso que no fui bueno pero tampoco malo, simplemente no fui, en un beso supe que las ganas eran más que las promesas, que las esperas, y más de aquellas que no te pedí que cumplieras, en un beso supe que no era yo era él, que eras tú y quizás por eso en un beso supe que no soy fuerte para aguantar más besos, que soy tan frágil que me rompí con un beso, que soy tan poco que preferiste un beso, y que por no ser mis labios quienes encontraron los tuyos, era mejor guardarme los míos que no te he dado, que después de un beso, o los que sean, en mejor irlos soltando como pelusitas sobre el asfalto de las calles para que no me pesen tanto en esa espera de ya no esperar nada de ti…

Un beso para mi, siempre es más que un beso, aunque no sean mis besos lo que sean para ti lo que encontraste en un beso que no fue para mí…

Por las ganas de un beso, olvidaste las ganas mías de besarte, de darte en un beso todos los que he estado guardando desde hace tiempo para ti, pero son tan pocos que fue mejor quitarte las ganas de un beso, aunque quien más ganas tuviera de besarte era yo…

por un beso…

por un beso…

por un beso…

por un beso valió la pena hacerme a un lado y no esperar que recuerdes los besos que no te he dado cada vez que tengas ganas de un solo beso…

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