1 de febrero de 2010

QUISIERA HACERTE...

...



Quisiera haberte hecho el amor de una manera diferente, hacerte el amor pero que lo sintieras

Que fueran más que tus piernas las que me abrazaran aferrándome a tus deseos febriles

Que fueran más que tus pezones las estrellas que guiaran mi horizonte

Que fuera más que tu cuello tenso y sediento mi camino bifurcado, donde me detengo a analizar las rutas disponibles a tus placeres, revisar tú sur humedecido, o tus nortes desbordados

Que fueran más que besos los inicios de las batallas, de nuestras batallas, que fueran principio y fin tus jadeos que te serpentean imágenes sobre las sabanas que cubren un colchón de una cama que no es cama, que es oasis, que es nube, que es cielo estrellado salpicando tus lunares constelaciones perdidas, que encuentro, que beso, que recorro con la punta de mi lengua, que recorro con el filo de miradas tiernas, de asombros ante tus marcas, de ansiedades en la yema de mis dedos por recorrerte, por explorarte, por saberte mi destino, por encontrarme siento tu peregrino, en la procesión que es recorrer tu cuerpo, descubrir el punto de tus placeres, borrar las marcas del sostén y de tu panti con caricias, con roces, con tu piel deslizándose sobre la mía, con tu sudor y mi sed por beberte cada manantial que encuentro sobre ti, dentro de ti

Que fuera más que tu espalda dividida mi descanso, y esa línea que te divide mi mejor trazo, mi mejor sendero para deslizarme por tu nuca hasta ese hueco donde comienzan tus caderas, que sean tus caderas más que amarres, más que esa violenta sacudida que arremeten contra mis miedos, contra mis ansias, contra mis ganas de ser tu placer, tu deseo, tu pasión despierta que golpea que marea, que mantiene el insomnio y que perpetua las noches durante los días, durante las tardes, durante recorridos que van dejando como migajas tu ropa tendida de tu sala a las escaleras, a tu baño, a tu cama, a cualquier lugar que pierde su esencia cuando el aroma que inunda la habitación es el que emana tu placer, tus humedades que brotaron por el choque estrepitoso de tus ganas y las mías

Quisiera haberte hecho el amor de manera diferente, y bastarte, y que sepas que fuiste quien colmo mi sed, quien sacio mi hambre de piel de besos, de caricias, y haber podido rendirle a tus apetitos una muerte digna, entre mis dedos, entre mis labios, entre tus gemidos que anunciaban la agonía de esos apetitos tuyos

Quisiera haberte hecho el amor con mas que piel, con mas que tus muslos, con mas que tus manos arremolinadas en mi cabello y sumergiéndome entre tu vientre agitado, turbulento por las mareas que debajo de tu ombligo se volvían las tempestades a las que siempre valió la pena enfrentar y naufragar y renacer entre los temblores que traía tu éxtasis

Quisiera haberte recorrido más que piel, más que tus bellos, más que tus lunares y estrías y las comisuras de tu cuerpo, haber probado más que tus fluidos y haber nadado en las aguas más profundas de tu cuerpo

Quisiera haberte hecho el amor de una manera diferente, y que al final supieras que te ame, que no fue sexo, que no fue solo calentura de un instante, que fuiste simplemente refugio cálido para mis dedos fríos, que no fuiste solo agua para saciar mi sed, que no fuiste solo carne para calmar mis deseos, que fuiste amor, que fuiste alma fundida con la mía, que dejamos de ser tu y yo para ser nosotros, uno solo, al unísono, bajo el mismo ritmo, bajo la misma precipitada ansiedad de llenarnos, de vaciarnos, de perdernos y de encontrarnos en el altar que es una habitación donde tu piel y la mía dejan de ser eso y se vuelven portales por donde tu alma y la mía se dicen en un susurro cuanto se aman

Quisiera haberte hecho el amor de una manera diferente, y que supieras que si no te toque como hombre, fue porque preferí besarte como amoroso amante, como devoto de todo eso que hay bajo tu piel y tu deseo, bajo tus gemidos y tus humedades, y que fuiste para mí un templo que simplemente por respeto no quise perturbar



Quisiera haberte hecho el amor de una manera diferente, como tú querías que fuera, y no el beso que te di al decirte adiós.




...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

no entiendo porque dices que esto no se te da,el escribir sobre ese lado que todos tenemos,
lo haces bien,
y suben la temperatura tus letras.
pero aunque calenturiento tu escrito,no dejas a un lado esa melancolia o tristeza que en cada texto expones.
¿te das cuenta?

RDALLO dijo...

WOW ESTUPENDO ESCRITO MR. MUY REAL, MUY APASIONADO, REFLEJA TODO LO QUE ES USTED... HOJALA QUE PRONTO DEJARA DE ESPERAR Y PUDIERA ENTREGAR TODA ESA INMENSIDAD DE AMOR QUE VOS TIENE..

Anónimo dijo...

tal vez en ese beso que le diste al despedirse le hiciste el amor de una manera diferente,
le hiciste el amor dejandola libre

Publicar un comentario

COPY WHAT?

Creative Commons License Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.